Seaspiracy es un documental que se basa en las aficiones de un director de cine hacia el océano, que basado en su ideal de visualizar el daño que el ser humano ha hecho a los océanos desvela, a su vez, una importante huella de corrupción mundial que gira entorno a la industria pesquera.
Este documental esta dirigida por Kip Andersen, producida y distribuida por Netflix, desvela ciertos datos que son importantes a tomar en cuenta cuando hablamos del termino sostenibilidad. Muchas veces creemos en las etiquetas de los productos ecológicos y sostenibles, pero, ¿realmente es así? ¿Qué hay detrás de esas etiquetas? ¿Son solo estrategias de marketing?.
Algunos científicos han salido a contrastar los datos utilizados por el director en cuanto a las denuncias que surgen en el documental, lo que no era de extrañarse, ya que toca temas sensibles para la economía mundial, temas que se convierten en una verdad que no interesa. Lo que si es cierto, y nadie puede refutar, es que la situación de los océanos es grave y no pereciese ser de relevancia para las grandes instituciones donde persevera el bien económico antes que nada.
Abrimos debate:
¿Dejarías de consumir pescado al escuchar estas denuncias? ¿Seria esa la solución?
¿Qué somos capases de hacer ante esta realidad?
Es interesante la opinión de algunos altos cargos en el documental cuando se les pregunta sobre el termino "sostenibilidad", lo relaciona con una inversión, donde los beneficios que obtienes provienen de las ganancias sin tocar el recurso principal para así garantizar la duración del mismo, dado el planteamiento, es genuina la pregunta que realiza el director: ¿Estamos entonces en deuda extrema con los recursos que extraemos del mar, ya que estamos haciendo uso del recurso sin obtener ganancias? a lo que respondió: "En efecto, es así".
¿Somos consientes de la huella que dejamos al hacer uso excesivo de los recursos naturales sin permitir que estos se regeneren?
El documental esta disponible en la plataforma de Netflix para aquel que este interesad@ en verlo.