Kevin Carter nació en Johannesburgo, Sudáfrica, en 1960. Creció rodeado por el estigma de la segregación racial en su país.
Sudán, país situado al noreste africano, sufrió una escasez extrema de alimentos que se prolongó durante años luego de que el general Omer al Bashir tomara el poder en 1989 con la misión de imponer una agenda islámica radical y totalitaria. La guerra provocó, eventualmente, una hambruna que llamó la atención internacional pero donde se actuó con lentitud. Para 1993 se calculaba que más de 800 mil sudaneses necesitaban ayuda alimentaria.
En esa oportunidad el autor fue premiado por tomar esa fotografía y también fue acusado. Quizá la mejor síntesis de los reclamos que se le echaron en cara al fotógrafo se sintetizan en lo que publicó el periódico St. Petersburg Times de Florida: “El hombre que ajusta su lente para tomar el encuadre correcto del sufrimiento podría ser un depredador, otro buitre en la escena.”
El papel de la sociedad castigadora jugo un papel fundamental al momento de leer la imagen que le puso rostro a la hambruna en Sudán.
Abrimos debate:
¿Qué papel juega la sociedad ante la problemática expuesta, volteamos la cara al lado contrario al problema?
Actualmente, según datos del FAO 2020 "Este año se cuentan 690 millones de personas que pasan hambre, lo que significa que hemos empeorado: 10 millones más de hambrientos en un año y 60 millones más en el último lustro." como cumplir con los objetivos 1 y 2 de la agenda 2030?
¿Crees en el artista como agente transformador en la sociedad?
Gracias por su participación.