Somos cuerpos interdependientes y nuestra sostenibilidad y viabilidad como personas depende de la forma que cuidemos estos cuerpos y los espacios que los habitan. Un gran desafío de la transición socioecológica es reorganizar la manera en que generan estos cuidados, para visibilizar su importancia, repartirlos mejor y dignificar el trabajo de las personas que cuidan, especialmente el que aquellas mujeres que trabajan en los hogares en todo el espacio Iberamericano.